viernes, 31 de mayo de 2013

Mantel moreno con manchas moradas muy obscuras.

Amanezco en una cama que jamás está tendida. Siempre duermo en ropa interior. Me siento en la cama y quito las sábanas. Tengo mi piel llena de manchas. Me observo. —"Vaya, mi piel es bastante morena.—pienso mientras me miro las piernas— Si, siempre la odié." Me sale otra mancha de la nada. ¿Qué es esto? Manchas moradas muy obscuras sobre un mantel moreno; que se ve horrible, por cierto. Que me duelen si las pulso, por cierto.

Me levanto, me miro al espejo. —"Maldita sea, odio mi maldito horrendo cuerpo".— Pienso mientras algo me arde mucho sobre la piel que cubre mi estómago. Me levanto la playera, tengo rasguños que me acaban de brotar. — "¿Pero qué mierda me está pasando?".—

Ahora camino por el único pasillo de mi diminuta casa, la que en algún día lejano y sumergido en el pasado, creí que iba a ser toda una fortaleza llena de amor para mi. Noto que me duele mucho la nuca, las cienes. Todo lo que envuelve mi cráneo. Me siento en el comedor y despliego mi cartulina. Nada. No se me ocurre nada.

Comienzo a rasguñarme la cabeza. Hago berrinches, porque odio el hecho de que mis ideas me abandonaron. Mi brillante ingenio se cansó de esperar a que fuera escuchado, así que decidió esfumarse. Me golpeo con fuerza en las piernas. Me rasguño frenéticamente el estómago y los muslos. Me trueno los dedos y los retuerzo con fuerza, me pego en la parte de atrás de la cabeza.

—"Juro que me quiero morir."— Pienso entre sollozos, cubriéndome el rostro. Esta vez, siento como me acuchillan el corazón. Y como inexplicablemente mis plantas caen más abajo del suelo. No sé explicar en dónde. —"No sirvo para esto"—Me digo en voz alta, al mismo tiempo que aviento mi lápiz y se me sacude el cerebro.

Soluciono esto volviendo a mi cama, al espejo. A contemplar lo horrible que soy. —"En verdad que no sé de dónde provienen éstas manchas que hacen que me vea tan fea. Por Dios, que rayas tan horrendas"—Pienso con la mente sumergida en una inexplicable penumbra. Tan inexplicable como de qué manera no me doy cuenta de quién es el monstruo que me obliga ver esta piel morena tan horrenda.